Sí, por favor señora, señor, señoritas y señoritos que se cruzan a diario en mi camino: colaboren para que esta marioneta que se dirige a ustedes, continúe tirando pa arriba, teniendo fe en la vida y en las personas, siga preparando su viaje a ese Buenos Aires querido que apenas alcanzó a conocer en su primera parada y se mantenga sonriéndole al mundo y regalando uno que otro momento cálido y divertido. Porque ando hecha un océano de emociones y estas se manejan a su atojo sin preguntarme siquiera la opinión. Entonces, para que yo en mi esfuerzo humano de mantener mi brillo natural (jejeje) no me encuentre con mayores obstáculos que yo misma, le ruego al universo y todos los planetas que permanezcan alineados a mi favor, y si son tan amables, con un poquito más de esmero que hasta ahora. No es que me queje ¿eh? Que conste. Estoy agradecida de la vida mil, qué digo, un millón, pero...hay algunas cosillas que...en fin, digo, por ultimo para no parecer tan loca pasando de la risa al llanto como quien cambia de posición mientras mira en la película (¿no se me ocurrió nada mejor?).
Por último quiero archirecontra agradecer a personas maravillosas, hermosas, divinas que he conocido en estos últimos años (y también gente de antaño) y que se merecen todo lo mejor de la vida por ser tan lindas y por quererme tal como soy.
Como advertí antes, estoy hecha un revoltijo. Seguro que cuando mire arriba, ya no entiendo nada de lo que escribí, así que mejor...
chao pescao